El día comenzaba con un viaje inesperado a Paracuellos para visitar a un antiguo cliente que necesitaba poner al día su Nintendo Switch. Llevó más tiempo de lo esperado porque hubo que instalarle algunos juegos, pero el cliente quedó tan contento que incluso me dio 5€ de propina. Es un cliente bastante veterano, le he modificado una WiiU, una 3DS y le he visitado dos veces para la Switch. La verdad es que es bastante buena gente y da gusto tener clientes así.
A la vuelta por desgracia llovía, y como ya era la hora de comer aproveché para refugiarme en el Burger King antes de volver a casa. Además, en casa no había nada para comer porque tenía que pedir la compra hoy... Así que era la excusa perfecta para comer una Long Chicken, con unas buenas patatas Supreme con salsa de queso y de paso unas alitas de pollo para la cena. Después de acabar de comer, apenas llovía ya y pude volver a casa para pedir la compra a Amazon Prime Now.
¿Qué tocaba hacer mientras esperaba? Continuar con el Dragon Ball Z Kakarot. El juego iba genial, hoy me tocaba la enorme saga de Namek y fue increíble la escena en la que Goku se convierte en Super Saiyan por primera vez, fue casi como si volviese a cuando era un niño y lo veía por primera vez en Antena 3. El efecto del aura era precioso, así como el brillante del pelo, es que estaba tan bien hecho que no me importaría un remake de la serie con este motor del juego.
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